La Jonquera es uno de los lugares más bonitos la comarca del Alto Ampurdán, atrae cada año a una multitud de visitantes enamorados de su belleza natural. Este municipio ofrece la ventaja de su accesibilidad para explorar los encantos de la provincia de Girona, entre los cuales destaca el Paraje Natural de Interés Nacional La Albera.
Un monumento natural ubicado al nordeste del Alto Ampurdán, en la imponente Sierra de la Albera, abarcando los territorios de La Junquera, Rabós y Espolla. Desde el Coll del Pertús hasta las costas mediterráneas, la Albera se erige como un enclave emblemático, destacando el majestuoso Puig Neulós con sus imponentes 1.257 metros de altura. Tiene unos 25 km de longitud y los picos principales son el Puig Neulós (1257 m), el Puig dels Pastors (1.167 m), el Puig dels Quatre Termes (1.156 m) y el Pico de Sallafort (992 m).
La zona presenta una densidad de monumentos megalíticos considerable, con una gran cantidad de dólmenes y menhires, como el de la Murtra o Piedra Gentil. Destaca también el patrimonio de arte románico, con parroquias y ermitas, y el monumental monasterio de Sant Quirze de Colera, joya del románico catalán.
Este paraje natural se constituye como una unidad ecológica y paisajística de gran importancia en la que se desarrolla la transición entre especies pirenaicas y mediterráneas; posee una superficie de 4.207 hectáreas, una de las características relevantes de este espacio natural protegido, es que en él habitan las últimas poblaciones de tortugas mediterráneas de la península Ibérica.
La biodiversidad de este espacio se manifiesta en la variedad de su fauna. Anfibios, reptiles y aves encuentran aquí su hogar. Serpientes, ranas y lagartos cohabitan con más de 200 especies de aves, mientras que en sus arroyos se desplazan gráciles truchas y barbos de montaña.
Entre los mamíferos que pueblan estos parajes destaca la vaca de la Albera, una especie endémica que vive en estado salvaje, con una población que ronda los 400 ejemplares. Su presencia añade un toque de autenticidad y salvaje belleza a esta reserva natural.
Explorar La Albera es adentrarse en un mundo de paisajes sobrecogedores y vida salvaje, donde la armonía entre el hombre y la naturaleza se hace patente en cada rincón.
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